jueves, 8 de octubre de 2009

si te equivocas y te retiras de la cancha pero tenías muchas chances para ganar? ¿Y si atacas antes de que te ataquen pero en realidad nadie te iba a atacar? ¿Si te escapas de gusto porque nadie te iba a encerrar en ningún lado? ¿Y si vos decís que no antes de que te corten el rostro pero en realidad el otro quería decir si? ¿Y si dejas antes de que te dejen para no sufrir? Y resulta que no te iban a dejar.
Cuando me la veo venir, cuando siento que se viene la lluvia, yo no soy de las que pone la cara para el cachetazo. Es muy cobarde, lo . Pero es tan grande el dolor cuando te dejan que mejor dejar antes de ser dejado.

No es tan fácil confiar. Cuando te fallan una y otra vez ¿por qué no te van a volver a fallar?
Queremos confiar en los demás, siempre esperamos que nos digan la verdad.
La decepción es una de las cosas que más nos lastiman ¿en quién podemos confiar?
Nos preocupamos mucho por no fallarle a los demás, por no defraudar su confianza…No defraudar y que no nos defrauden los demás ¿es eso lo único que importa?
De chico no querés fallar a los grandes; menos querés que los grandes te fallen.
Uno no quiere fallar a la gente que ama ni que ellos te fallen ¿no?
Uno no espera que sus seres más queridos le fallen, que un padre, un hermano, tu novio te falle… ¿Cómo lo soportás?
Pero el peor de los miedos no es que otros te fallen, el peor de los miedos es fallarse a si mismo.

yo lo quiero más que a un amigo,pero él nunca esta, el pendiente de otra cosa.o otra persona.

No hay comentarios:

Publicar un comentario